La Guardia Civil, ha venido colaborando en las últimas semanas en la investigación desarrollada por la Unidad Especializada de Combate al Secuestro (U.E.C.S) de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Chihuahua, con motivo del secuestro de tres ciudadanos nicaragüenses en Ciudad Juárez (México).
Contrataron los servicios de una organización de “coyotes”
Las víctimas, una pareja mayor de edad y un menor, todos naturales de Nicaragua, partieron el pasado septiembre desde España hacia su país, con el objetivo de cruzar la frontera de Estados Unidos desde Ciudad Juárez (México). Para ello, habían contratado los servicios de una organización de “coyotes”, especializada en cruzar inmigrantes de manera irregular.
A mediados del pasado mes de octubre, tras un largo periplo atravesando varios países centroamericanos, estas personas llegaron a Ciudad Juárez, donde fueron abordadas con armas de fuego por un cartel mafioso de “coyotes”, concretamente el conocido “Cartel nuevo de Juárez”, siendo retenidas y trasladadas contra su voluntad a distintas ubicaciones, al menos tres, donde permanecieron confinadas en condiciones inhumanas durante 53 días, conviviendo con más de un centenar de secuestrados procedentes de distintos países iberoamericanos.
Durante su cautiverio, las víctimas eran sometidas a continuas agresiones, siendo obligadas a contactar telefónicamente y por videoconferencia con sus familias, demandándoles a éstas dinero para su liberación, todo ello bajo fuertes amenazas de asesinato por parte de los captores.
Ante esta situación, a finales del pasado mes de noviembre la madre de uno de los secuestrados, ciudadana española residente en la provincia de Madrid, puso en conocimiento de la Guardia Civil el secuestro de su hijo, de 25 años de edad, y el de su pareja sentimental, de 34, junto al hijo menor de ésta.
Vídeos de agresiones con pistolas eléctricas
La denunciante relató cómo llevaba recibiendo llamadas extorsivas desde el inicio del secuestro, en las que los captores exigían dinero para la liberación de las víctimas. Estas llamadas y videoconferencias, se sucedían a lo largo del día y de la noche, con continuas amenazas por parte de los captores de torturar, desmembrar e incluso matar a las víctimas si no se satisfacían los pagos exigidos, llegando incluso a enviar vídeos en los que se agredía a los cautivos con pistolas eléctricas.
Debido a la intensidad y continua presión por parte de los secuestradores, los familiares llegaron a pagar 19.000 € antes de poner los hechos en conocimiento de la Guardia Civil.
Activados así los canales de colaboración internacional por parte de la Guardia Civil con las autoridades mejicanas, así como el acompañamiento y asesoramiento a la denunciante en las negociaciones con los secuestradores de
manera continua desde su propio domicilio, agentes especializados de la Unidad Central Operativa y de la Comandancia de Madrid, pudieron corroborar la gran agresividad y desprecio hacia la vida mostrada por los captores.
De manera paralela, se mantuvo un constante intercambio de inteligencia con las autoridades mejicanas, en aras de la localización y liberación de los secuestrados.
De esta manera, a principios del pasado mes de diciembre se constató la liberación de estas tres personas en las proximidades de la frontera de EE.UU, en un razonable buen estado de salud, todo ello sin que la familia de los secuestrados realizara ningún nuevo pago desde que pusiese los hechos en conocimiento de la Guardia Civil.