En sus inicios, El Caso se caracterizó por su formato innovador y su estilo directo y cercano. A diferencia de otros periódicos de la época, que solían tratar los sucesos de manera sensacionalista, El Caso apostó por una narrativa más objetiva y rigurosa, basada en hechos verificables y testimonios fiables.
El objetivo principal de El Caso era informar sobre los sucesos más impactantes y desconcertantes de la sociedad española. Desde asesinatos hasta robos y desapariciones, el semanario se dedicaba a investigar y dar voz a las víctimas y sus familias, así como a analizar los detalles de cada caso para intentar resolverlos.
El Caso también se destacó por su labor de denuncia social. A través de sus reportajes, el semanario sacaba a la luz casos de corrupción, abusos de poder y otros delitos que afectaban a la sociedad española. Además, se involucraba en campañas para buscar justicia y apoyo para las víctimas.
A lo largo de los años, El Caso ha enfrentado varios desafíos. En la década de 1980, con el auge de la televisión y la competencia de otros medios, el semanario vio disminuida su circulación. Sin embargo, logró adaptarse a los cambios tecnológicos y mantenerse relevante en el panorama periodístico con el periodista y empresario Joaquín Abad al mando.
En la actualidad, El Caso ha ampliado su presencia en línea, con una página web y perfiles en redes sociales donde comparte noticias e investigaciones. También ha incursionado en el ámbito audiovisual, siendo referente de documentales y programas de televisión basados en sus casos más emblemáticos.
El compromiso de El Caso con la verdad y la justicia sigue siendo su principal objetivo. A través de su trabajo periodístico, continúa dando voz a las víctimas y exponiendo los abusos y delitos que afectan a la sociedad. Su labor es fundamental para mantener informada a la opinión pública y contribuir al avance de la justicia en España.