Qué esconden los gobiernos: El comisario Villarejo revela secretos impactantes en su nuevo libro

Las quinientas trece páginas del libro son un relato de lo vivido en primera persona, investigado por este cordobés que de joven se desplazó a Madrid para estudiar Derecho y tras ingresar en el Cuerpo General de Policía, “la secreta”, se convirtió en un agente de inteligencia al que le tocó inmiscuirse e investigar esos hechos traumáticos que azotaron este país, como fue el atentado a Carrero, el 23-F, el de Aznar, el 11-M, y otros que se narran en este libro, que es una primera parte de todo lo que va a contar, ya que el autor anuncia que habrá segunda parte.

Antes de adentrarse en el contenido fruto de sus investigaciones, el autor narra la guerra de Félix Sanz Roldán contra él creyendo que protegía a Juan Carlos de Borbón de todos los escándalos que le salpicaban, y sobre todo del último episodio con la famosa amante que llegó a alojar en un pabellón dentro de Zarzuela, Corinna Larsen, y que tras el escándalo de Botsuana, donde se encontraba cazando elefantes, se vio obligado a abdicar como rey de España en favor de su hijo Felipe, ya que se hicieron públicos ciertos negocios del monarca y la donación de cien millones de dólares que provocaron visitas a Londres del director del CNI con amenazas de muerte veladas que Villarejo reveló.

Son seis los acontecimientos sufridos en la reciente historia de España que Villarejo descubre en este libro, empezando por el famoso atentado al entonces presidente del gobierno, el almirante Carrero Blanco. La historia que España conoce es que fue un atentado planificado y ejecutado por la ETA, cuando en realidad, según Villarejo, fue totalmente planificado por la CIA, ya que Kissinger, Estados Unidos, entendió que si tras la muerte de Franco continuaban los militares gobernando tendrían problemas para utilizar las bases americanas de Morón y Torrejón para que sus grandes bombarderos hicieran escala, como en la guerra del Yom Kipur, del 6 al 25 de octubre de 1973. Además, Kissinger fue informado que Carrero pretendía construir una bomba atómica, como Francia, y que ya tenía el plutonio que necesitaba.

Villarejo desvela la operación, incluso que Carrero estaba a punto de descubrir a la red de militares de alta graduación que cobraban de Estados Unidos. Incluso que el explosivo utilizado en el atentado fue facilitado por los americanos.
El intento de golpe de estado del 23-F, comandado por el teniente coronel Antonio Tejero Molina, es analizado por Villarejo ya que se encontraba adscrito en ese momento en la comisaría del Distrito de Retiro. Relata muy bien los que participaron en la misma y los expedientes que no salieron a la luz porque algunos miembros del servicio secreto español recibieron la orden de no desvelar lo investigado. El juicio se cerró de manera conveniente y los españoles conocen una verdad judicial que nada tiene que ver con lo que en verdad sucedió.

En relación con el atentado contra el jefe de la oposición a Felipe González, José María Aznar, el 19 de abril de 1995, Villarejo cuenta que tanto el entonces ministro de justicia e interior Luis Alberto Benlloch como la secretaria de estado de Interior, Margarita Robles, ocultaron al PP que días antes del atentado la policía municipal había sorprendido en un vehículo a dos conocidos miembros de ETA que, cuando fueron sorprendidos, les arrebataron las armas a los miembros policiales y huyeron. Además, el ministro de interior había retirado, convenientemente, al servicio de contravigilancia adscrito a Aznar. Y sobre todo que la dirección de ETA no había sido consultada para cometer dicho atentado por lo que aquello tuvo toda la pinta de ser un encargo. Se desvela que existe una organización que acepta realizar ciertas acciones violentas por iniciativas externas. Vamos, que alguien encargó a ciertos miembros de ETA que atentaran contra el político José María Aznar.

Donde más documentación y argumentos se dedica en el libro es el famoso atentado del 11-M, los trenes de cercanías que hicieron explosión en marzo del 2004. El resumen de lo investigado por Villarejo es que aquello fue planificado como venganza de Marruecos tras el episodio de Perejil, y que intervinieron los servicios secretos del país alauita y el francés, para cambiar el sentido del voto y que las elecciones no las volviera a ganar el Partido Popular. Posteriormente, el gobierno de Zapatero agradeció a Marruecos y a Francia con ciertas concesiones que al parecer aún hoy perduran.

Sobre el chivatazo del llamado caso Faisán, donde se iba a desmontar un centro de extorsión de ETA a empresarios bajo amenaza de muerte, Villarejo nos cuenta que en la estructura de esta estaban miembros destacados del PNV y que fue el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero que, teniendo todas las pruebas de audio y de video, ordenó que se boicoteara una redada ya que ponía en peligro las conversaciones con dicha banda para que dejaran de matar. Tanto el juez Baltasar Garzón como Fernando Grande-Marlaska fueron premiados por seguir los criterios del gobierno y aceptar el boicot a la operación policial para desmantelar dicha célula de extorsión.

Y sobre el atentado de Las Ramblas, el 17 de agosto de 2017, del relato del libro, queda claro que aquello se pudo haber evitado si el servicio secreto español hubiera actuado tal como se le advirtió, ya que el cerebro era precisamente un informante del CNI y que en lugar de detener a los terroristas para que confiesen, se optó por ejecutarlos y así ofrecer la versión que convenía al gobierno, en lugar de la verdad.
Este libro es de obligada lectura para los ciudadanos que pretendan saber la verdad real, y no la oficial, de los acontecimientos que azotan al país en determinados momentos, y que nos hacen creer una verdad judicial que nada tiene que ver con lo que nos muestran en las televisiones y en los medios informativos que se limitan a leer lo que les envían los gabinetes oficiales.

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