Ni rastro de alienígenas

El hombre en cuestión estaba desaparecido desde el 9 de marzo. ¿El nombre del héroe espacial? Juan Domingo Leguizamón, de 58 años de edad y ex militar.

Su desaparición había sido denunciada por su hija Ayelén a principios del mes de marzo en Río Ceballos, asegurando que su padre les pidió en una carta que no le buscaran porque partiría en una "misión extraterrestre". Finalmente fue encontrado sano y salvo por la policía de esa provincia y la de Córdoba.

Pero, ¿qué había hecho todo este tiempo nuestro superhéroe? Juan Domingo se había trasladado a la provincia limítrofe a su hogar, descubierto por sus llamadas telefónicas, rastreadas por la policía de la zona. También se habían organizado rastrillajes con hasta medio centenar de efectivos en la zona del cerro Uritorco, en Capilla del Monte

Cuando se marcho, se fue sin llevarse su arma y un Peugeot 206. Además había dejado un poder firmado para su hija y, en la polémica carta, había suplicado que "no me busquen. Me voy como llegué al mundo".

Según la investigación, se estableció que el hombre había estado en casa de una hermana, a la que no veía a menudo, asimismo, estuvo trabajando en un campo donde no había señal y desde allí mandaba mensajes a la familia de Río Ceballos, a través de las redes sociales

Según las propias palabras del subcomisario Cejas para la cadena 3, se disculpó diciendo que se hizo una vigilancia en el barrio El Vinalar, donde fue interceptado en la vía publica y se le hizo comparecer en la comisaría 45 donde fue identificado. En su declaración dijo que había desaparecido de Córdoba porque no quería tener más contacto con su familia

Al ser una persona en plena consciencia de sus actos y en buen estado mental, ahí termina el trabajo de la policía, aunque su búsqueda hizo que se desplegasen grandes operativos de la policía de Córdoba, en distintos puntos de las sierras.

Con o sin alienígenas de por medio, nos encontramos ante la peor excusa del siglo para abandonar a una familia. ¿Dónde quedó eso de “me voy a por tabaco? Un poquito de dignidad…