Jake Keating encontró una avispa en una chocolatina que acababa de comprar en un bar de Liverpool y, ni corto ni perezoso, hizo una fotografía a su hallazgo y se la envió a la empresa del fabricante.
Los responsables de la empresa mencionaron al respecto: “Esto suena desagradable para el señor Keating y hemos pedido la barra para ser devuelta a nosotros. Una vez que la tengamos llevaremos a cabo una investigación para ver dónde y cuándo ocurrió”.
¿Le recompensarán con chocolate de por vida?