Dentro de lo absurdo del caso, el presunto intento de asesinato por parte del niño vino a colación de una travesura del mismo, al tirar piedras de no más de 2 centímetros según los familiares, a trabajadores de una compañía de gas que iban a cortar el servicio a la familia por impago.
El pequeño se presentó ante la Corte en un mar de lágrimas y tuvieron que parar el procedimiento para que se calmase y tomase un poco de leche.
Ante este hecho decía el propio padre:
“ni siquiera sabe tomar una botella de leche, ¿cómo puede apedrear a la policía?”.
Khan se encuentra ahora en libertad bajo fianza, aunque presuntamente la familia lo tiene escondido, pues tiene que enfrentarse a una nueva audiencia.