El 25 de Junio de 2009 el mundo de la música se paraba para llorar la muerte del emblemático y polémico genio, Michael Jackson, considerado hoy el mejor artista de todos los tiempos.
A pesar de que las causas de la muerte tardaron en esclarecerse, Jackson murió por una sobredosis de Propofol, un calmante que le suministró su propio médico personal, Conrad Murray.
El único acusado del homicidio del cantante se encuentra en libertad en la actualidad, a pesar de la fuerte lucha que mantuvo la familia de Michael porque se hiciese justicia.
Tampoco la madre del artista tuvo suerte en su batalla contra AEG Live, la promotora de la gira de conciertos que iba a traernos de regreso al Rey del Pop. La justicia habló y el juez consideró que la empresa no tenía culpa de haber contratado específicamente a ese doctor, por lo que todas las culpas recayeron sobre este.
'This is it' era el nombre de la gira del astro de la música y su regreso tras una larga recuperación. Sus propios ensayos nos dejaron ver a un Michael muy deteriorado físicamente, aunque en forma y con una vitalidad que contrarrestan con el fatal desenlace pocos días después de las imágenes.
A pesar de la muerte de Jackson, el cantante volvió a reinar en las listas en 2010 y este mismo año con dos álbumes póstumos con temas que el cantante habría grabado antes de fallecer.
Se esperan dos discos más del artista, pues Sony Music tiene permiso para rentabilizar la carrera del cantante hasta el próximo 2017.
Además de su familia, los que más han notado la ausencia han sido los tres hijos de Jackson, Prince, Paris y Blanket, que aún hoy tienen muy presente a su padre. De hecho, la pequeña Paris intentaba quitarse la vida hace algo menos de un año.
El Rey del Pop ha dejado huérfanos a tres hijos y a varias generaciones que aún no se han recuperado de su pérdida. El hueco dejado por esta leyenda de la música difícilmente podrá ser reemplazado.
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