El periodista brasileño Dener Giovani ha descubierto que miles de sacerdotes gais de varias confesiones en países de todo el mundo practican relaciones sexuales por Internet sin ningún recato.
En lo que anuncia convertirse en uno de los mayores escándalos que involucran a obispos, sacerdotes y pastores, el documental “Amores Santos” descubre el submundo de las relaciones sexuales en las iglesias católica, anglicana, evangélica y baptista. Durante tres meses un joven actor con falsos perfiles en Internet mantuvo sexo virtual con 5.000 religiosos de 36 países.
El documental “Amores Santos” desvela la doble moral de las Iglesias cristianas con varios miles de sacerdotes que practican en privado las relaciones homosexuales que condenan en público.
Las escenas de sexo virtual se registraron en Estados Unidos, Italia, el Vaticano, España, Francia, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Inglaterra, Costa Rica, México y Filipinas, hasta un total de 36 países.
En una entrevista publicada por “El Confidencial”, el director del documental, el periodista Dener Giovanini, afirma que las imágenes son sobrecogedoras. Un obispo se levanta la sotana y muestra una braga roja de encaje. Un sacerdote aúlla y pide que le llamen “perra” y “putita”, mientras reclama que le orinen encima. Otro religioso se desnuda en su propia parroquia, delante de una imagen de la Virgen María.
Los protagonistas son monseñores, clérigos, párrocos, seminaristas de las Iglesias anglicana, católica, evangélica, baptista, Todos acaban de la misma forma: con una eyaculación televisada a través de una webcam.
El estudio sobre los hábitos sexuales de los sacerdotes se gestó a través de Facebook. “Al principio sólo queríamos averiguar si los religiosos usaban internet para tener contacto con otros hombres”, asegura el director del documental.
Para ello, se sirvió de un actor de 25 años que lleva el peso de la investigación delante de la cámara. Durante tres meses un actor de 25 años, con falsos perfiles en internet, mantuvo sexo virtual con varios miles de sacerdotes.
“Creamos el perfil de Darico Macedo, que es su ‘nombre artístico’, pero con su foto real, y comenzamos a añadir a algunos religiosos. En el momento en que revelábamos que Darico es gay, la actitud de los sacerdotes cambiaba radicalmente. La conversación se volvía más atrevida, más picante, e invariablemente surgía la invitación para que Darico se mostrase desnudo ante la webcam”, desvela Giovanini al diario digital “El Confidencial”.
Durante casi tres meses de grabaciones Macedo mantuvo sexo virtual con miles de sacerdotes. “Cuando me invitaron a hacer la película, pensé que sería muy difícil ganarme la confianza de los religiosos, pero ocurrió lo contrario. Al ver a un obispo levantarse la sotana y mostrarme que llevaba bragas rojas me di cuenta de que sería un mundo sin fronteras”, asegura Macedo.
Practicar sexo por webcam
El director del documental reconoce que nunca imaginó que conseguiría grabar a un número tan grande de clérigos en paños menores. “Creía que iban a tener más cuidado. Pero parece que para ellos practicar sexo por la webcam es la cosa más natural del mundo”, revela Giovanini.
Se comprobó que los religiosos pertenecían a una Iglesia antes de que comenzasen las sesiones ante la cámara
Durante la investigación previa, que duró seis meses, realizó un trabajo minucioso y riguroso. Dener Giovanini y su equipo controlaban que los religiosos pertenecían realmente a alguna Iglesia antes de aceptar la invitación a “jugar” delante la cámara.
“Seleccionamos a los que tenían fotos oficiando misas. Hicimos distintas averiguaciones para cerciorarnos de que realmente eran religiosos en activo”, asegura el director.
La red no tiene límites
Su equipo creó tres perfiles de Darico Macedo, actor cuyo nombre real no se revela. En poco tiempo llegaron a tener más de 5.000 amigos. “Desde el comienzo percibí que en la red no hay límites”, señala el actor, que en su vida real es homosexual.
“Soy consciente de que me estoy exponiendo mucho y que, de alguna forma, me estoy convirtiendo en un activista militante. No ha sido una decisión fácil, pero no me arrepiento”, explica Macedo.
Religiosos de 36 países
Desde un estudio de Brasilia decorado como si fuese un dormitorio, Dener y Darico “sedujeron” a religiosos de 36 países.
“Normalmente Dener hablaba con ellos por el chat y explicaba que mis padres estaban en el cuarto de al lado, o sea, que yo no podía hablar en voz alta. Mientras escribía, yo actuaba delante de la cámara. Muchas veces tuvimos que recurrir al Google Translator para comunicarnos con ellos. Yo no sé español, italiano ni sueco”, cuenta el actor.
Altos cargos del Vaticano
“Había muchos italianos, algunos incluso son íntimos de altos cargos del Vaticano por lo que muestran sus fotos en Facebook”, asegura el periodista. “Fue todo un reto, porque los religiosos no podían sospechar que estaban siendo grabados. Entonces yo solo podía dirigir a Darico por el chat y los técnicos tenían que dar las instrucciones a través de auriculares”, recuerda Giovanini.
Precisamente por todas estas limitaciones técnicas, “Amores Santos” es el primer largometraje para cine grabado íntegramente por Internet.
Por el filme desfilan curas y seminaristas españoles, portugueses, alemanes e italianos, entre otros países. “Los religiosos estadounidenses son muy receptivos. Basta un ‘Hi’ y se lanzan al ruedo. América Latina queda muy representada con chilenos, ecuatorianos, colombianos, bolivianos y costarricenses”, agrega el director del documental.
Los tres meses de grabación fueron intensos. Llegaron a grabar a más de 30 sacerdotes por día. “Fue una locura, era uno después de otro, cada media hora. Solo parábamos para comer”.
“Con tantos husos horarios, siempre había alguien dispuesto a jugar. Para hacerse una idea, Darico adelgazó ocho kilos en un mes”, relata Dener que destaca que “fue más fácil grabar a los católicos porque practicaban sexo en cualquier lugar: en el dormitorio, en la parroquia. No tenían el menor reparo”.
“Hay menos evangélicos porque suelen estar casados y tenían que encerrarse en el baño para mantener las sesiones de sexo online”, revela.
Darico reconoce en la entrevista publicada por “El Confidencial” que las primeras grabaciones le resultaron complicadas. El actor tuvo problemas para “excitarse” con los eclesiásticos, muchos de los cuales tenían una edad avanzada, algunos incluso 80 años.
Escenas escabrosas
“Hubo un momento que tuve en la pantalla a un religioso al lado de dos ángeles, con una talla de la Virgen María en primer plano y completamente desnudo, masturbándose. Era muy difícil concentrarme, porque las imágenes que estaba viendo eran tremendamente chocantes. Fue un desafío enorme”, reconoce Darico.
En total, el equipo ha grabado más de 500 horas con escenas explícitas de sexo que el documental mostrará, aunque pixelará las caras de los “protagonistas” ante la posibilidad de querellas.
Sexo con jóvenes drogadictos
También hay declaraciones inquietantes de exsacerdotes brasileños. “Un cura decepcionado con la vida en la Iglesia admite delante de la cámara que conoce a muchos religiosos que seducen a jóvenes con drogas como la heroína y la cocaína a cambio de sexo, al ser más fácil mantenerlos enganchados”, señala Giovanini.
El documental también pone de relieve la realidad de los seminaristas que entran en la Iglesia para disfrazar su condición sexual. “Para ellos es más fácil esconderse socialmente, así no tienen que dar explicaciones sobre por qué no salen con chicas”.
Testimonio de un seminarista
Un seminarista de 19 años relata en el documental que es gay y que no tiene la menor vocación religiosa, pero no se atreve a abandonar la Iglesia porque lo único que aprendió a hacer en la vida es rezar. “Yo estoy condenado a ser cura. Todos los días rezo y le pido a Dios que me dé la fuerza necesaria para matarme”, confiesa. “Es un testimonio chocante”, admite Dener.
El director y periodista ha decidido dar a conocer el documental coincidiendo con el Sínodo de los Obispos que se celebra en Roma del 4 al 25 de octubre bajo el lema “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo” con la finalidad de dar orientaciones pastorales sobre la familia y la sexualidad.
“Es nuestra aportación, una forma de decirles que tienen que preocuparse por lo que ocurre tras los muros de la Iglesia y con asuntos como el celibato", subraya DenerGiovanini.
“A pesar de que el documental no está terminado aún, tomé la decisión de hablar públicamente para que una de las mayores religiones del mundo [la Católica] tome las medidas necesarias para abordar este asunto”, puntualiza el director-periodista.
“No es una película contra la Iglesia Católica o cualquier otra religión, simplemente trato de mostrar que están enfermos y necesitan una cura”, afirma Giovanini.
“No voy contra la Iglesia Católica o cualquier otra religión. Trato de mostrar que están enfermos y necesitan cura”, afirma Dener Giovanini.
Asegura estar tomando las precauciones necesarias para proteger el equipo que ha producido el documental. “Somos conscientes del potencial explosivo que tenemos en nuestras manos. Ya hemos hecho suficientes copias de seguridad”.
Según Giovanini, las escenas escandalizan, incluso, al público menos sensible. “Ver a una persona del alto clero ladrando y pidiendo el actor que orine sobre él, es muy alarmante, concluye.