El cuerpo de la víctima apareció en un camino rural en Oliva (Valencia). El crimen se produjo después de que ambos mantuvieran una acalorada discusión. Rafael pasaba la noche en una caseta de campo, ya que no tenía otro sitio donde dormir. Todo comenzó cuando la víctima amenazó a José Daniel con contar a las autoridades, que éste había participado en una serie de robos a diversas empresas. Le propinó tal cantidad de golpes que acabó matándole.
El homicida trasladó al fallecido hasta su furgoneta y se lo llevó hasta un paraje poco transitado de la Oliva. Cuando volvía a casa, tuvo la suerte de cruzarse con un control de la Guardia Civil. Al tratar de evitarlo, los agentes le dieron el alto. Pero consiguió zafarse de ellos unos metros, pero lograron detenerle.
Cuando le pararon vieron las manchas de sangre que tenía en las manos y al registrar el vehículo descubrieron más sangre en el maletero. Y se lo llevaron detenido. Tras pasar la noche en el calabozo confesó lo sucedido a los agentes. La autopsia confirmó que murió por los golpes recibidos.