David Grunwald contaba con sólo 16 años de edad. Su desaparición puso en jaque al pequeño pueblo de Palmer, en Alaska, donde finalmente fue localizado sin vida, golpeado y tiroteado.
Las autoridades locales han acusado a otro adolescente, amigo de la víctima, de haber dado muerte a David. Grunwald fue visto con vida por última vez el pasado 13 de noviembre, cuando fue a dejar a su novia en casa.
Tras su repentina e inexplicable desaparición, su padre alertó a las autoridades locales, a las que insistió en que posiblemente habría salido rumbo a la capital, Anchorage, acompañado por su amigo Erick Almandinger, también de 16 años.
Como era de esperar, las pistas apuntaron a Almandinger, quien acabó confesando al detalle el macabro crimen.
La víctima se encontraba con su asesino y otro amigo en una casa móvil, donde se dedicaron a beber alcohol y fumar marihuana. El tercer joven, identificado como D.J., confesó a las autoridades que Erick le pidió que le trajera un revólver del calibre 40.
En un determinado momento Almandinger golpeó sin misericordia a su amigo hasta dejarlo casi inconsciente. Acto seguido, los dos amigos subieron a Grunwald aún malherido a un coche para llevarlo a una zona boscosa. En el trayecto, el muchacho habría rogado por su vida, y pedía que lo llevaran a casa de su novia. Ya en el bosque, un nuevo sujeto, identificado como A.B., le habría dado el tiro de gracia.
El sospechoso se desmoronó cuando cuando los agentes le contaron que su amigo lo había delatado. Sin embargo, los motivos les dejaron boquiabiertos: "lo hice porque se había fumado toda mi marihuana".