Al menos cuatro niños y un adulto murieron el pasado jueves en Brasil, después de que un vigilante de una guardería en la remota ciudad de Janaúba, en el estado de Minas Gerais, les rociara con gasolina y les prendiera fuego.
Según informó la Policía Militar, otras 40 personas, la mayoría menores, fueron trasladas a hospitales tras el incidente y siete reciben tratamiento por quemaduras graves.
El reporte indica que algunos de ellos fueron trasladados a una unidad especializada en la capital del estado, Belo Horizonte.
Un video sobre los hechos que circuló por las redes sociales de Brasil mostraba escenas caóticas en el exterior de la centro escolar, mientras llegaban los padres y la noticia se conocía.
Las autoridades responsabilizaron de los hechos a Damião Soares dos Santos, de 50 años, quien trabajaba como vigilante en el lugar y quien se prendió fuego a sí mismo luego de incendiar a los niños y a una profesora.
Hasta el momento se desconocen las causas por las que el empleado, que trabajaba en la escuela desde 2008, decidió prender fuego a los menores.
No obstante, medios brasileños indican que, al parecer el hombre, que murió posteriormente en el hospital a causa de las quemaduras, decidió vengarse de esa manera tras ser despedido de su puesto luego de regresar de un periodo de enfermedad.