Parece que tenemos un nuevo descubrimiento de gran calibre en la Vía Láctea. Se trata de un cuerpo celeste sin identificar que habrían localizado los investigadores de la NASA, aunque los partidarios de la teoría de la conspiración ya han anunciado que se trata de Nibiru, "el gigantesco planeta que puede destruir la Tierra en cualquier momento".
Tal y como informa el portal Phys.org, el cuerpo descubierto en la Vía Láctea "es tan grande que no están seguros de si pueden calificarlo como un planeta". El hallazgo ha sido realizado mediante el telescopio espacial Spitzer de la agencia espacial estadounidense, equipado con una cámara infrarroja que normalmente es utilizada para detectar exoplanetas.
Ha sido gracias a esta tecnología la que ha permitido a los investigadores de la NASA, a una distancia de 22.000 años luz de nuestro sistema solar, detectar el objeto denominado OGLE-2016-BLG-1190Lb. Cabe destacar que su masa es 13 veces superior a la de Júpiter.
Ya se están barajando dos teorías sobre de la naturaleza de este objeto: hay quienes consideran que podría ser un planeta, aunque su tamaño supera varias veces la de estos cuerpos; por otro lado están los que clasifican este objeto como una enana marrón, pese a que tampoco se corresponde con las teorías científicas porque es demasiado pequeño para la formación de los procesos que tienen lugar dentro de una estrella.
La teoría de la conspiración no podía faltar
También hay quienes señalan que podría tratarse de Nibiru, o el Planeta X, "el mundo que supuestamente causará el fin de la Tierra". 'El cataclismo de Nibiru' es el nombre dado a un fatal encuentro entre la Tierra y un planeta gigante, que ciertos grupos creen que tendrá lugar a principios del siglo XXI.
Según esta teoría, Nibiru estaría volando por el espacio y puede aparecer en nuestro cielo en cualquier momento. ¿Es el descubrimiento de OGLE-2016-BLG-1190Lb una prueba más de que el fin está cerca?