Pese a la cantidad de recursos que nos ofrecen las nuevas tecnologías, no debemos olvidar prácticas que siguen arraigadas en nuestro quehacer cotidiano, y es que, ¿quién no mira el correo electrónico varias veces durante el día? El mailing marketing sigue vigente en la actualidad por ser un medio poco intrusivo para el que lo recibe y una de las mejores herramientas para fidelizar a usuarios y, en definitiva, potenciales clientes. Y no sólo eso, ya que este tipo de acción también nos permite estar al tanto de novedades, ofrecer vacantes algún servicio en concreto o, incluso, enviar informaciones a nivel interno.
En los contenidos dicen los expertos que también esta la clave. En una era digital cada vez más convulsa y con cientos de miles de páginas a un solo clic, debemos destacar por los contenidos que ofrecemos, además de responder a nuestros seguidores o lectores con cierta inmediatez, fomentando la interacción cercana con los mismos. Teniendo en cuenta las tendencias del año anterior, 2018 se vivirá en la Red a base de encuestas, gifs e historias en las diferentes redes sociales.
Y, por si nos falta tiempo para hacer todo esto, ¿qué tal si probamos con un ‘chatbot’? Cada vez son más las empresas que optan por este tipo de soluciones. Todos conocemos el Siri de Apple o a Cortana, de Microsoft, pero podemos hacer que la tecnología responda por nosotros a todas, o casi todas, las preguntas que les surjan a nuestros visitantes, clientes o seguidores. Los hay que son capaces de reservarte mesa en un restaurante, de buscarte el vuelo más barato o de leerte las cinco noticias más importantes del día… ¡El futuro ya está aquí!
En definitiva, un sinfín de oportunidades que nos presta la tecnología, que parece intentar hacernos la vida “más fácil”. Y decimos esto porque, aunque a priori resulten métodos sencillos, requieren de algo de solvencia digital y de compromiso, ya que cada vez hay que estar más al tanto de las últimas tendencias… y a este respecto, ¿a quién podemos recurrir? Por último, no podíamos dejar al margen a los autodenominados ‘influencers’, es decir, ese término ‘millennial’ que hace unos años dedicábamos únicamente a los blogueros de moda y ahora aúna a esa masa de ‘expertos’ cuya opinión es indispensable, ya sea a la hora de comprarse un móvil, de elegir un destino de viaje o para cualquier quehacer cotidiano del día a día. Y es que los nuevos ‘macroinfluencers’ no tienen por qué ser doctores, incluso ni siquiera haber estudiado sobre el tema del que tanto hablan. Son personas de la calle cuyas opiniones prevalecen en un mundo en el que la apabullante publicidad digital nos colapsa a la hora de tomar decisiones de compra.