Un jurado popular le declaró culpable de los delitos de asesinato, robo y estafa. Llevó a la víctima hasta un garaje mediante engaños y, tras asesinarla, le robó el coche, dinero y dos tarjetas de crédito. La Audiencia de Valencia le impone el pago de una indemnización de 90.000 euros para los familiares del fallecido.