Tras golpear con un hierro hasta provocarle la muerte, el presunto autor material escondió el cadáver varios días en un trastero hasta que con la ayuda de un familiar, también arrestado, lo trasladaron hasta el río Júcar y lo arrojaron desde un puente. Durante los registros fueron detenidos otros dos familiares al localizar dos kilos de droga y diversos utensilios para el cultivo y la elaboración.