El primer fugitivo estaba siendo buscado en Venezuela por hechos que se remontan al año 2016, cuando, presuntamente, interceptó y amenazó a un hombre en la vía pública para trasladarlo hasta la vivienda de un tercero, donde le reclamó dinero y le disparó varias veces causándole la muerte. La segunda fugitiva estaba reclamada por las autoridades de Colombia por haber defraudado, también en 2016, 1.080 millones de pesos por la destrucción de vehículos y falsificación de documentos acreditativos para recibir compensaciones económicas por parte del Ministerio de Transporte colombiano.