La víctima, dice la sentencia, “estaba privada de todo sentido durante el desarrollo del acto punible y en condiciones deplorables a lo largo de todo el intervalo que cubre la grabación”.
El programa de televisión argentino Involucrados ha difundido los últimos audios que Natacha Jaitt envió a su hermano Ulises, con el que vivía y mantenía una relación muy estrecha.