Cometió durante un año y medio varias agresiones y abusos sexuales sobre un menor de siete años aprovechando su condición de educador en una escuela de educación primaria ubicada en Irlanda del Norte. Las autoridades de Reino Unido, al desconocer su paradero, emitieron una solicitud de localización para evitar que pudiera seguir cometiendo delitos contra la indemnidad sexual de los menores en otro país. Además, en los años 90 fue condenado por cometer 12 delitos contra la indemnidad sexual por los que cumplió 18 meses de prisión y fue inhabilitado.