La Sala considera acreditada la autoría del investigado y destruida, por tanto, la presunción de inocencia. Así, destaca que la sentencia está motivada y razonada en este aspecto.
El ataque, según consta en la sentencia, se produjo “sorpresivamente” y en una zona que estaba “mal iluminada y escasamente transitada”, por lo que la víctima careció de posibilidad de defensa.