Los abusos comenzaron en agosto de 2002 cuando la víctima, que por aquel entonces tenía seis años de edad, fue entregada al arrestado y a su mujer en régimen de acogimiento. Los hechos, cometidos en Florida, tuvieron tanta repercusión que era uno de los casos prioritarios del Servicio Diplomático de Seguridad del Departamento de Estado de los Estados Unidos en Madrid.