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Salud

14/02/2020@14:06:10
La contaminación del aire por la quema de combustibles fósiles -principalmente carbón, petróleo y gas- está detrás de alrededor de 4,5 millones de muertes anuales en todo el mundo y genera unas pérdidas económicas estimadas en 2,9 billones de dólares, lo que equivale a aproximadamente un 3,3% del PIB mundial.

Las tiras reactivas para la medición de glucosa en sangre de la firma Johnson & Johnson que han sido falsificadas están vendiéndose en farmacias no sólo de la comunidad andaluza, tal y como ha desvelado mil21, el periódico digital dirigido por Joaquín Abad. También se ha detectado que se distribuyen en Canarias, Galicia y Valencia.

Este es uno de esos casos que podríamos calificar de “milagrosos”. Marikena es la joven protagonista de esta historia, una argentina de 17 años de edad, que sufrió un accidente que le dejó en coma. Aun en su estado, pudo tener a su bebé, de la que disfruta hoy en día.

Tal y como desvela el confidencial mil21, el gobierno central y la Junta de Andalucía estarían aprovechándose de dudosas subastas farmacéuticas, sobre todo en lo referente a la legalidad, el origen y la calidad de los medicamentos seleccionados, lo que ha abierto el debate en torno al ahorro producido y el impacto que tiene la instauración de esta medida sobre el personal sanitario y los pacientes.

La empresa farmacéutica Johnson & Johnson, fabricante de las tiras reactivas para la medición de la glucosa en sangre de los pacientes diabéticos, no informó a Platinum Equity de que en la sanidad española su producto estrella estaba siendo falsificado, por lo que las ventas del mismo habían caído a cifras ridículas. Así lo ha desvelado mil21, el periódico digital dirigido por Joaquín Abad.

Un hombre se ha visto en la necesidad de tener que "vender" a su hija pequeña para poder pagar el tratamiento de su otro hijo enfermo de cáncer. Al ver que no conseguía recaudar los fondos necesarios, salió a la calle con un cartel en el que anunciaba la venta.

Una de las clínicas privadas más prestigiosas de la capital, Nueva Delhi, está salpicada por el tráfico de riñones. Eran comprados a precio de risa a familias pobres y después se vendían por grandes sumas en el mercado negro.