La magistrada, presidenta del Tribunal del Jurado, establece para el acusado una condena de 15 años de prisión por delito de homicidio con las agravantes de abuso de superioridad y parentesco y la atenuante de drogadicción.
El hombre en cuestión quebrantó la condena de alejamiento de su expareja al tomarse una cerveza en la misma terraza. El condenado se encontraba a una distancia inferior de 200 metros.